“La prefabricación y la industrialización del sector es un camino que ya ha empezado y que no parece tener marcha atrás”
Cuentas que desde bien pequeño te apasionaba dibujar y que, de mayor, querías ser un poco de todo. Al final, terminaste estudiando en la Facultad de Arquitectura de A Coruña.
- ¿Cómo empieza Fernando en el mundo de la arquitectura? ¿Cuáles fueron tus motivaciones y qué te impulsa hoy, a seguir en este sector?
Cuando era pequeño era un niño muy curioso y sentía un gran interés por todas las asignaturas. A día de hoy lo sigo siendo, tengo muchas inquietudes diferentes, y creo que por eso antes de empezar a estudiar quería ser muchas cosas, como por ejemplo ingeniero aeronáutico. Fue mi hermano, que estaba estudiando Arquitectura Técnica, quien me dijo que creía que yo podría ser arquitecto ya que me gustaba mucho dibujar y también se me daban muy bien asignaturas como matemáticas y filosofía. Entré en la carrera de Arquitectura de manera fortuita, pero siempre le estaré agradecido a mi hermano porque encontré mi verdadera pasión. Descubrí que la arquitectura podía transformar la vida de la gente, al final la arquitectura es eso, el fondo de la vida de las personas. Entender que diseñar espacios podía hacer que las cosas funcionasen mejor y que la gente esté más a gusto, es lo que me motiva y me ayuda a pesar de todas las visicitudes a levantarme todas las mañanas, coger un lápiz y querer dibujar.
- ¿Por dónde crees que pasa, Fernando, el futuro de la construcción y de la edificación en España?
Creo que una de las cosas que todos estamos viendo en el sector de la construcción es que cada vez hay menos mano de obra y no parece que haya un relevo generacional, y seguramente la prefabricación y la industrialización del sector es un camino que ya ha empezado y que no parece tener marcha atrás. Además, la aplicación de nuevas tecnologías como la IA es un camino a explorar y en el que ya se están viendo grandes avances.
Por otro lado, está claro que tenemos un parque inmobiliario muy antiguo, y que no solo hay que rehabilitarlo energéticamente, sino también rehabilitarlo en general. Los espacios que tenían las viviendas de los años 70 no se corresponden con los espacios que necesitamos hoy en día para vivir y con el estilo de vida que tenemos, con lo cual, esta rehabilitación del parque inmobiliarlo actual es otro reto que tenemos en los próximos años.
- Se habla mucho de la construcción industrializada, la digitalización y la descarbonización del sector. Como profesional, ¿qué opinión te merecen estos tres conceptos?
Como comentaba antes, la industrialización parece un camino. Personalmente, me preocupa que con la industrialización se pierda creatividad. Al fin y al cabo, si reduces los elementos con los que puedes jugar, reduces también las opciones que puedes ofrecer. Hay que ser muy creativo para dar muchas versiones con esas piezas más limitadas. Nos hemos encontrado muchas veces que cuando se quiere prefabricar, o utilizar materiales prefabricados, hay muchas cosas que no se pueden hacer. Creo que la arquitectura no debería convertirse en algo tan estandarizado como un coche, aunque es cierto que hay sistemas industrializados que son necesarios hoy en día.
La descarbonización, o la preocupación por el cambio climático, es un compromiso que tenemos que tener hoy en día todos los profesionales, en la construcción y en general. No obstante, creo que el objetivo debería centrarse a nivel global y tenemos que introducir el factor tiempo en la ecuación. A veces parece que es solo en el momento de la construcción plantearse cuánto CO2 puedo encapsular, pero, ¿qué pasa a lo largo de la vida de ese edificio? ¿Cuántos mantenimientos va a tener que tener ese edificio y cuánto CO2 consumen esos mantenimientos? Muchas veces no se tiene en cuenta ese cómputo de toda la vida útil de un edificio. También tengo la sensación de que a veces nos trasladan a nivel personal cosas que deberían ser más amplias. Quizás no sirve de mucho ahorrar CO2 en un tipo de construcción cuando viene un barco desde Australia para vender pescado aquí, y lo que consume ese barco es tres veces más que la vida útil de una vivienda unifamiliar. Lo que quiero decir con esto es que si nos lo tomamos en serio, tenemos que tomárnoslo en serio todos para poder ver ese cambio global.
Por último, creo que la digitalización es un camino todavía sin explorar en el mundo de la construcción. No en el estudio, donde considero que estamos muy digitalizados las imágenes en 3D y la realidad virtual están instauradas, al fin y al cabo los estudios de arquitectura siempre hemos trabajado con tecnología. Sin embargo, en la obra todavía hay mucho por hacer. En otros países ya hay investigaciones importantes sobre cámaras en la obra que detectan imperfecciones, y he leído artículos sobre gafas de realidadad virtual para que los operarios puedan colocar todo en la posición correcta con apenas margen de error. Aquí eso es ciencia ficción, en la construccion en España seguimos trabajando en “pelímetros”, un pelín para aquí y un pelín para allá… por lo que todavía queda mucho camino que recorrer.
- Qué nos puedes decir de la rehabilitación en España y su potencial tras los fondos europeos.
Tener ayudas europeas para mejorar el parque inmobiliario español y el hecho de que políticamente se destinen ayudas a la mejora de las viviendas es algo fantástico, al fin y al cabo, es donde pasamos la mayor parte de nuestras vidas. Sin embargo, me gustaría que se planteasen rehabilitaciones más integrales, seguimos un poco en la “cultura del parche” seguramente porque son inversiones difíciles. Es deseable que se entendiesen estas rehabilitaciones más en conjunto, aunque es difícil que una comunidad entienda que un edificio se tiene que mejorar en todas sus partes, la fachada, la cubierta y las ventanas… que entiendan la importancia de la envolvente. También me gustaría que los proyectos de rehabilitación no solo afectasen a la mejora energética, me gustaría que hubiese otros conceptos que pudiesen ser subvencionados: mejoras funcionales, mejoras estéticas…
- ¿Qué materiales dirías que tienen más presencia hoy en el mercado?
Hay diferentes corrientes. Ahora mismo hay una vuelta a la madera, y parece que si no haces construcción en madera no eres moderno o no eres sostenible, que se quiere instaurar la construcción en madera como el material sostenible por excelencia. Por un lado, siempre fue un material sostenible, pero es cierto que si todo el mundo construyese en madera no quedaría ni un bosque en la tierra. Siete mil millones de personas no pueden vivir en casas de madera.
- Como experto del sector, ¿cuáles son las tendencias constructivas y de edificación en la actualidad? ¿Qué demandan los clientes?
Hoy en día, hay ciertas novedades de sistemas constructivos que se intentan introducir en el mercado, como los sistemas pre-industrializados, los sistemas de bloques aislantes, etc., pero es muy difícil porque a día de hoy son más caros que una construcción tradicional (con tradicional me refiero al albañil de toda la vida que te hace un muro de hormigón). En mi caso particular, siempre que he intentado introducir estos sistemas he tenido que retroceder porque al cliente final le va a dar igual que sean o no prefabricados, lo que quiere es una casa con una estética determinada y con una inversión que pueda mantener.
Los clientes demandan que su casa consuma poco y que sea bonita. Que tenga una serie de espacios y que funcionen de una determinada manera a nivel de distribución o de qué cosas quiere conseguir: quiere estar en un porche por la tarde, quiere que le de el sol, quiere tener una piscina, etc. Pero no demandan ningún tipo de sistema constructivo en concreto, eso es algo que surge de nosotros, los arquitectos, proponer distintas soluciones.
- ¿Se puede vivir tranquilamente viendo cómo gestionamos los recursos que nos ofrece el planeta?
Sí, porque no depende solo de nosotros. Yo lo que intento es estar tranquilo conmigo mismo y con mi trabajo, intentando que sea lo más eficiente posible y hacer todo lo que esté en mi mano.
- A lo largo de los años, has logrado una gran trayectoria y alcanzado mucho reconocimiento. ¿En qué proyectos estáis trabajando actualmente y qué previsiones tenéis a medio plazo?
Ahora mismo en el estudio, tal y como lleva siendo siempre, el 90% es vivienda unifamiliar, de obra nueva o rehabilitación, y el resto otras cosas como locales comerciales o edificios públicos. Esto último es el caso de nuestra joya de la corona actualmente, el edificio más importante que he hecho nunca, un edificio multiusos para el ayuntamiento de Oleiros aquí cerca de Coruña. Es un proyecto que nos ilusiona mucho porque es un cambio de escala importante, y ojalá salga todo muy bien y sea un edificio que pueda disfrutar todo el mundo.
- ¿Qué servicios ofrece vuestro estudio?
El estudio ofrece servicios de arquitectura, lo cual es una obviedad, pero entiendo la arquitectura como una profesión generalista, no me gusta sentirme especializado. Como arquitecto, me gusta hacer vivienda, me gusta hacer un museo y me gusta hacer un multiusos. En ese sentido, siempre tenemos la mente abierta a presentarnos a concursos públicos y a diseñar todo tipo de edificios. Detrás de todo siempre intentamos que esté la eficiencia y hacer una arquitectura sencilla y con pocos elementos. También es muy importante que el cliente se acerque a nosotros buscando algo diferente, no que solamente busque el documento para hacerse su casa. Nos gusta involucrarnos en qué tipo de arquitectura hay que hacer y que sea algo que responda perfectamente a las necesidades del cliente.
- ¿Cuál es el objetivo, el concepto que siempre perseguís al hacer arquitectura?
El concepto que me lleva obsesionando estos 20 años como arquitecto es la eficiencia. En alguna conferencia he puesto al Señor Lobo de ‘Pulp Fiction’ como alguien aspiracional, ese que llega y soluciona problemas. A día de hoy esa es mi mayor preocupación, no solo la eficiencia energética, sino entender la arquitectura como una construcción, una belleza y una utilidad que tienes que resolver y ser eficiente resolviendo todas esas cosas.