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Seamos agentes de cambio, una reflexión para iniciar el año…

Por Mireia Font Martin, directora de la Revista de la Construcción

Todo lo que empieza, acaba y ahí donde hay un final, hay un nuevo inicio. Las fechas de Navidad han sido un buen momento para hacer balance del año que ha terminado y marcar nuevos propósitos para el año que vendrá. Hoy, en el primer Newsletter del año, quiero compartir con vosotros una reflexión profunda y personal motivada por un ensayo de un filósofo y poeta argentino, Santiago Kovadloff, acerca del optimismo, la esperanza y el porvenir. Una reflexión para afrontar los nuevos comienzos y ejecutarlos, y hacerlo como seres esperanzados, que no optimistas.

¿Cuál es la diferencia entre ser alguien optimista o alguien esperanzado? Kovadloff asegura que la persona optimista afirma y cree que la adversidad, sea cual sea, siempre será vencida. Concibe al destino como un aliado incondicional de sus mejores deseos. En cambio, la persona esperanzada no subestima la fuerza de la adversidad y comprende que las cosas pueden no darse necesariamente como uno quiere o desea. A pesar de ello, la persona esperanzada está convencida que en la adversidad no se agota el propósito de la vida.

“El optimista confía en el destino y el esperanzado cree en el esfuerzo. El optimista aguarda el desenlace favorable. El esperanzado se consagra a la confrontación con las dificultades, a buscar su superación mediante el esfuerzo transformador”.

Para este 2025, desde la Revista de la Construcción seguimos comprometidos con nuestro propósito de poner en valor la información del sector. Además de informar, queremos compartir con los diferentes actores que conforman el sector la oportunidad de contribuir y participar en la búsqueda y difusión de soluciones con profundidad de análisis. Queremos daros las gracias por vuestro apoyo durante el pasado año -que nos ha permitido seguir consolidándonos y crecer- y por seguir eligiéndonos como medio digital de confianza, lo que aumenta indudablemente nuestro compromiso diario por mejorar y seguir brindando nuestro mejor servicio con honestidad, calidad y pluralidad, pilares que nos mantienen en este camino de crecimiento.

Y unido a la reflexión previa de Kovadloff, os invito a que en este año que ya ha arrancado, seamos y ejerzamos como personas esperanzadas que no optimistas. Creemos cambios, luchemos ante la dificultad, seamos proactivos, hagamos que las cosas sucedan -no las miremos de lejos-, avancemos ante la adversidad, la duda y ante cualquier obstáculo que se interponga, cuestionemos cosas, equivoquémonos, incorporemos lecciones y aprendamos, seamos humanos y sobre todo, no dejemos de buscar matices estimulantes allí donde todo parezca tener un sólo color, seamos el cambio que buscamos en los demás en todo aquello que nos rodea. Nosotros así lo haremos o al menos lo intentaremos.

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